Caminos de Ronda

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Costa Brava, paisaje mediterráneo en estado puro

Hay una forma de recorrer la atractiva y agreste Costa Brava sin apenas separarse del mar, pasando por las playas, los pueblos, los parques naturales, los acantilados y las calas más recónditas. Hablamos de los caminos de ronda, una serie de senderos que bordean el litoral de Girona, mostrando al caminante el paisaje mediterráneo en estado puro, en estampas que intercalan las aguas cristalinas y el verde de los pinos.

UN POCO DE HISTORIA
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UN POCO DE HISTORIA

Los caminos de Ronda unían, en muchos tramos de la costa, las torres de vigilancia que servían para alertar de la llegada de piratas y corsarios, y evitar el atraque de barcos sospechosos que pudieran traer consigo enfermedades infecciosas. La comunicación de las diferentes poblaciones, playas y calas del litoral permitía también a los pescadores y marineros el regreso a sus puertos de origen en caso de naufragio.

Pero es en los siglos XIX y XX cuando se le acuña el término caminos de ronda, que hace referencia a las guardias o rondas que hacían los carabineros y, posteriormente, la Guardia Civil, para evitar el contrabando y estraperlo. Los contrabandistas buscaban escondites que fueran de fácil acceso por el mar pero de difícil acceso por la tierra para evitar estos controles. Estas actividades delictivas tuvieron su momento álgido durante la posguerra, debido al aislamiento de España y la restricción y prohibición de productos.

QUÉ HACER
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QUÉ HACER

El camino de Sant Feliu de Guíxols a S’Agaró es amplio y cómodo, y está flanqueado por casas señoriales y una vegetación variada. Nada mejor que darse un baño en cala Pedrosa o en la de Sa Conca, dividida por un islote.


El camino de Calella de Palafrugell a Llafranc es corto y permite contemplar la bella panorámica de la montaña de Sant Sebastià y su característico faro desde las puntas de la Torre y d’en Blanc.



QUÉ VER
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QUÉ VER

Más al norte, otro camino interesante es el que va desde Aiguablava hasta el límite con el municipio de Pals. Las rocas, escollos, pinos, matojos y escaleras están presentes en todo el recorrido. Sobresale la playa N’Estàsia y su fuente de agua dulce, las vistas del cabo Rubí y la parte de las calas de Begur, como Aiguafreda, que muestran el lado más exótico de la Costa Brava. En el norte de la Costa Brava, también podrás pasar por espacios naturales únicos como Aiguamolls de l’Empordà o Cap de Creus.

También podemos citar los caminos de ronda de El Port de la Selva, Cadaqués, Roses, L’Escala, L’Estartit, Palamós Tossa de Mar o Lloret de Mar, que además de la naturaleza tienen un plus cultural nada desdeñable, como el pintoresco pueblo de Cadaqués, el poblado íbero de Castell en Palamós, o el conjunto medieval amurallado de Tossa de Mar, el único a pie de costa que se conserva en Cataluña.

GASTRONOMÍA
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GASTRONOMÍA

Después de las caminatas, las visitas culturales y el baño en las calas, apetece probar las delicias gastronómicas de la Costa Brava, que a nadie defraudan. Sus sabores son los propios del Mediterráneo, destacando, en esta zona, el pescado y marisco fresco. ¡Cómo no!


Aunque se suman los demás productos e ingredientes de la tierra gerundense, como las carnes y las verduras acompañadas de aceite de oliva. Destaca el arroz de Pals, la gamba de Palamós, el peix de roca de Begur, las anchoas de l’Escala, o los erizos de mar y los taps (bizcochos) de Cadaqués.

DÓNDE DORMIR
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DÓNDE DORMIR

El camino de ronda de Sant Antoni de Calonge a Plata d’Aro es fácil y de escaso desnivel, por lo que se puede realizar con niños. Las vistas son magníficas, a un lado las aguas cristalinas de las calas, y al otro, los verdes de la vegetación mediterránea. Comienza en la zona sur de la playa de Sant Antoni de Calonge, junto a la Torre Valentina, que data del siglo XVI. Por el camino se pasa por lugares tan idílicos como la cala de Roques Planes, Cap Roig o la cala del Pi. Reserva Online en cualquiera de nuestros Hoteles en Girona.